Buscar este blog

miércoles, 3 de septiembre de 2014

PREOCUPADOS POR EL ALCALDE… Y POR SUS POLÍTICAS (Cuando la ironía sirve para… priorizar lo importante)


Esta “serpiente de verano”, que amenaza con convertirse en realidad, nos ha puesto a pensar a casi todos en el “duro papel” del Alcalde.

¡Qué duro debe ser llegar a un Ayuntamiento y comenzar a desmontar instrumentos públicos que eran útiles para la protección de las y los vecinos que están siendo expulsados de sus –normalmente- viviendas de rentas bajas!

Más duro es aún vender un parque público de viviendas sociales a un “fondo buitre” que, en breve plazo, terminará por echar a la calle a todos aquellos que -tras la “revisión” de condiciones o simplemente por algo, tan desgraciadamente común, como caer en desempleo- no puedan seguir haciendo frente a los teóricos compromisos de pago.

Debe ser todo un “papelón” dedicarse a privatizar los instrumentos públicos o su gestión: agua, piscinas, instalaciones deportivas, mercados… y eso que… “oye, todas esas cosas se hacen a favor de la creación de empleo” ¡que si no…!

Sí, es verdad señor Alcalde, es muy “duro”. Por eso interesa que las pobres “criaturitas” que son las y los alcaldes cuenten con un aval mayoritario. ¡¡Parece que han “olvidado” que este aval mayoritario se obtiene (Constitución dixit) por la suma de los votos de los propios concejales. Pero, en fin ¡¡¡Arenas y Rajoy sabrán!!!

Con tanta “dureza” puede que no hayan caído en que lo que nos hace falta son alcaldes y alcaldesas que, una vez aupados a la alcaldía por el voto de los concejales que forman el Pleno Municipal que (como decíamos, es lo que mandata la Constitución) tengan una vida “dura” pero NO privatizando ni los Servicios Públicos ni su gestión; sino creando y potenciando instrumentos de participación ciudadana con la generación de la “Sociedad Civil Organizada”, con unas políticas de viviendas para alquiler social y una gestión del urbanismo que no esté al servicio de las multinacionales –se llamen ALTADIS o IKEA- y que apuesten por la preparación y la ayuda a la generación de empleo, los Servicios Sociales –en especial la Dependencia y la atención a la Mujer- y que, en definitiva, conviertan nuestros pueblos y ciudades en lugares donde sea atractivo vivir.

Alguien podrá decir que muchos de estos temas no son competencias del Ayuntamiento o del Alcalde; puede ser cierto y quizás por ello merezca la pena elegir a unos alcaldes que peleen por una ley, justa, de Financiación Local. Que peleen por unos contenidos justos de sus competencias reales que no son, ni más ni menos, que las que piden o exigen sus vecinos.

A lo mejor no es el Alcalde o el apoyo con que cuenta; y sí el problema es que en este País la política municipalista es el “hermano pobre” de la política y que la ciudadanía –verdadera destinataria de los desvelos del alcalde o alcaldesa- es sólo una excusa que cada 4 años se saca del cajón.

No hay interés, al menos con la “serpiente de verano”, para entrar a fondo en el municipalismo, ni en las políticas de satisfacción que los intereses vecinales debieran tener.


Por ello apostemos por qué política queremos que haga el alcalde y olvidemos el “caramelo envenenado” que Rajoy y Arenas quieren ponernos delante.