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martes, 2 de septiembre de 2014

POR QUÉ LLAMARLO “REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA” CUANDO PODRÍAN, SIMPLEMENTE, DECIR: “PORQUE, COMO PARTIDO, NOS CONVIENE”.


Vaya por delante que la calidad democrática en nuestro país es escasa. Aquí, gracias al PP y al PSOE, hasta la reforma de la Constitución para situar “el pago de la deuda por encima de los intereses nacionales de la ciudadanía” (artículo 135) se ha hecho sin referéndum. 

Igualmente, no se efectuó consulta alguna para que la ciudadanía expresara su opinión sobre los drásticos recortes que, en el Estado del Bienestar –sanidad, pensiones, educación, desempleo…-, han practicado los gobiernos de turno desde el inicio de la crisis. Se cambia al Jefe del Estado –tras más de 35 años de Constitución- si el país continúa queriendo –o no- esta forma de Estado o prefiere otra menos “real y borbónica”.

Con todo este panorama; con cientos de leyes aprobadas en solitario por el actual Gobierno, tratan ahora de entretener al personal con la elección de alcaldes y el “respeto a la opinión de los ciudadanos”.

Al Gobierno le importa un rábano (por no decir algo más escatológico) la opinión ciudadana. Lo demuestra día a día y así lo hará, de nuevo, con temas como la Reforma Fiscal o con los nuevos recortes que –por valor de 50.000 millones de euros- va a efectuar de aquí a 2017. ¿Nos va a preguntar nuestra opinión al respecto? ¿Para eso no le preocupa al PP “la Regeneración Democrática y hacer de España un país moderno”?

Al PP, con la propuesta de Reforma Electoral para las Elecciones Municipales (a nueve meses vista de que éstas se celebren) sólo le importa no perder alcaldías por la suma de los votos obtenidos por diferentes fuerzas que sí son capaces de “pactar un Programa de Gobierno concreto que satisfaga una posición de gestión local común”.

El problema del PP es que, en las Municipales, no tiene con quien pactar ese programa común de satisfacción de las necesidades de los vecinos y vecinas de los municipios de este País. Y no lo tiene porque al PP –y acaba de demostrarlo con la Reforma de las Administraciones Locales- le importa poco la gestión local y los derechos y la calidad de vida de los vecinos y vecinas.

Los Ayuntamientos son para el PP “altavoces de proyección de la política general del Gobierno Central y/o del Autonómico”. Mientras los alcaldes andaluces del PP se desgañitan por cualquier tema a diario contra el Bipartito andaluz ¿alguien ha escuchado a Ana Botella –el mayor ayuntamiento del Estado- criticar algo del gobierno de Ignacio González o, anteriormente, de Esperanza Aguirre? ¿y a Rita Barberá, a pesar del desastre montado por los gobiernos de Camps en la Comunidad Valenciana?

Que el PP lo diga claro. Que Javier Arenas –dolido aún por no gobernar Andalucía- lo diga claro: “Vamos a reformar la Ley Electoral para las municipales porque nos interesa, como partido, mantener el poder en los ayuntamientos”.

Si de verdad quisieran hablar de “Regeneración Democrática” que reformen la Ley Electoral acabando con la ley D´Hondt y aplicando una proporcionalidad real ajustada a la expresión de los ciudadanos. Que articulen la figura del Referéndum (no se hace ninguno desde el de la OTAN ¡28 años!).


Lo demás, son cuentos y tratar de hacernos creer que somos tontos. Que, al menos en esto de la reforma Electoral –ahora que, también, estamos a pocos meses del triste aniversario del 11M- digan, por una vez en su vida, la verdad