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jueves, 24 de julio de 2014

El monólogo de los sordos (II)



Como decíamos ayer, pero ahora por la parte sindical, se afirma que “el día 29 debe servir para plantear nuestras prioridades sobre el empleo y la protección a las personas” y para “exigir los recursos básicos para lograr actuaciones en estas materias”.

¿Acaso no lo hemos planteado ya? ¿Acaso no se lo advertimos a Rajoy y a la Ministra Báñez en la reunión de marzo y –de nuevo posteriormente a la Ministra- el pasado día 15?

¿Acaso no conoce el Gobierno, especialmente el Ministro Montoro, nuestra alternativa a la Reforma Fiscal y los elementos que en ella planteamos para generar los miles de millones de recursos suficientes para la creación de empleo y la protección social? ¿No saben el Gobierno y Rajoy que criticamos –con alternativas- sus políticas económicas y aportamos medidas para la creación de empleo?

Como sabemos que el Gobierno sí lo sabe y también sabemos que el Gobierno no está interesado en alcanzar acuerdos (salvo que sean los suyos) ¿Para qué vamos a regalar otra foto sobre algo que será estéril?

Alguien puede plantear que el momento político, tras las elecciones europeas, refleja una “cierta debilidad” del PP y su Gobierno. La respuesta de Rajoy ha sido clara: continuar con las reformas, bajo la legitimidad que le da su mayoría absoluta parlamentaria.

Otros –sin duda bien intencionados- afirman que hay que aprovechar el 29 para recordar al Presidente el compromiso de Gallardón sobre los encausados por defender el Derecho de Huelga. Rajoy también contestó: no puedo dar instrucciones a los jueces sobre cómo aplicar la justicia.

Por tanto, para defender el Derecho de Huelga parece que, de momento, habrá que aprovechar más y mejor la presión internacional: Confederación Sindical Internacional (CSI), Organización Internacional del Trabajo (OIT), Tribunal de Estrasburgo... combinando todo ello con una importante presión, a nivel del Estado, que exija cambio del artículo 315 del Código Penal y un respeto a los Derechos  Fundamentales protegidos por la Constitución.

Si no hay cambios antes del 29, ir a Moncloa será –como ya fue el 18 de marzo- un nuevo error que no va a traer beneficios a los trabajadores y trabajadoras que representamos y tampoco los va a traer para la sociedad en general.

Como decía aquel “si es ir por ir, mejor no vamos”.