Como
decíamos ayer, pero ahora por la parte sindical, se afirma que “el día 29 debe
servir para plantear nuestras prioridades sobre el empleo y la protección a las
personas” y para “exigir los recursos básicos para lograr actuaciones en estas
materias”.
¿Acaso
no lo hemos planteado ya? ¿Acaso no se lo advertimos a Rajoy y a la Ministra Báñez en
la reunión de marzo y –de nuevo posteriormente a la Ministra- el pasado día
15?
¿Acaso
no conoce el Gobierno, especialmente el Ministro Montoro, nuestra alternativa a
la Reforma Fiscal
y los elementos que en ella planteamos para generar los miles de millones de
recursos suficientes para la creación de empleo y la protección social? ¿No
saben el Gobierno y Rajoy que criticamos –con alternativas- sus políticas
económicas y aportamos medidas para la creación de empleo?
Como
sabemos que el Gobierno sí lo sabe y también sabemos que el Gobierno no está
interesado en alcanzar acuerdos (salvo que sean los suyos) ¿Para qué vamos a
regalar otra foto sobre algo que será estéril?
Alguien
puede plantear que el momento político, tras las elecciones europeas, refleja
una “cierta debilidad” del PP y su Gobierno. La respuesta de Rajoy ha sido
clara: continuar con las reformas, bajo la legitimidad que le da su mayoría
absoluta parlamentaria.
Otros
–sin duda bien intencionados- afirman que hay que aprovechar el 29 para
recordar al Presidente el compromiso de Gallardón sobre los encausados por
defender el Derecho de Huelga. Rajoy también contestó: no puedo dar
instrucciones a los jueces sobre cómo aplicar la justicia.
Por
tanto, para defender el Derecho de Huelga parece que, de momento, habrá que
aprovechar más y mejor la presión internacional: Confederación Sindical
Internacional (CSI), Organización Internacional del Trabajo (OIT), Tribunal de
Estrasburgo... combinando todo ello con una importante presión, a nivel del
Estado, que exija cambio del artículo 315 del Código Penal y un respeto a los
Derechos Fundamentales protegidos por la Constitución.
Si no hay cambios antes
del 29, ir a Moncloa será –como ya fue el 18 de marzo- un nuevo error que no va
a traer beneficios a los trabajadores y trabajadoras que representamos y
tampoco los va a traer para la sociedad en general.
Como decía aquel “si es
ir por ir, mejor no vamos”.