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jueves, 24 de julio de 2014

El monólogo de los sordos (I)

El próximo martes, día 29, si no cambian las cosas “de hoy para mañana y de la noche al día” cometeremos –de nuevo- el error de regalarle a Rajoy una foto de la “normalidad” que realmente no existe.

No hay que remontarse muy atrás en el tiempo, para observar que la “normalidad” buscada por todas las partes que intervienen el 29 no existe.

Amén de la Reforma Laboral que ha destrozado los derechos de los trabajadores y trabajadoras y que –tras el auto del Constitucional recurriremos en Estrasburgo- hay un amplio frente de rechazo a las políticas del Gobierno de Rajoy.

No es sólo el rechazo a las políticas “de austericidio”, es también la reforma de la Ley de Mutuas, la Reforma Fiscal (trampa sobre indemnizaciones incluida), la privatización de los Servicios Públicos, el recorte a las Políticas Sociales y del Estado del Bienestar, el rechazo al Plan industrial del Gobierno... ¿es necesario seguir? No olvidemos que, además, la mayoría de estas actuaciones se implantan desde la forma y desarrollo normativo del Real Decreto que invalida toda posibilidad de diálogo.

Desde el Gobierno se afirma que el encuentro del día 29, “no es nada excepcional”, “ni siquiera tiene hoja de ruta” y que “hay que enmarcarlo en la normalidad”. ¿Se puede tener más desvergüenza? No es sólo intentar vender una “normalidad” que no existe, es además –en caso de que existiese- menospreciarla.

Dice el Gobierno que quiere valorar la situación económica y hablar de la implantación del Sistema de Garantías Juvenil y de las expectativas ante el nuevo Gobierno de Bruselas. ¿Rajoy es tonto, ciego, sordo o solo se lo hace?

¿Acaso no ha escuchado a los sindicatos criticar la situación económica y exigir cambios de política? ¿Desconoce que los sindicatos han expresado su opinión sobre el Plan de Garantías Juvenil en el propio Parlamento? ¿No recuerda que antes de las elecciones del 25 de mayo se le presentó la propuesta de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y la reivindicación de su Plan de Inversiones?


¿Qué quiere saber entonces este hombre? ¿O sólo quiere aparentar?