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martes, 6 de marzo de 2012

NO SON LOS NÚMEROS, ES LA POLÍTICA


El problema no es numérico, no es el 5,8, ni el 4,4, como pasos para llegar al 3 como objetivo de déficit.

El problema es qué decisiones políticas han determinado que la lucha primordial es contra el déficit público y no, por ejemplo, contra el desempleo o el hambre.

Cuando la opción política lleva a considerar básico y prioritario afrontar el pago de la deuda, antes que atender las necesidades del país: empleo, sanidad, pensiones…, algo falla en la política.

Si la política determina que los plazos y el objetivo de reducción del déficit, son éstos (3% en 2013) y no otros, pese a que ello suponga reajustes y desajustes que debasten a la sociedad. Si algunos políticos son incapaces de escuchar las recomendaciones sindicales que, desde hace años -antes que Rubalcaba o Rajoy lo pusieran de moda- exigían retrasar el aterrizaje de los ajustes al trienio 2014/2017, es que algo falla en éstos políticos.

Se equivocan los políticos que tratan de quedar como “superman” por haberle -según ellos y sus voceros- “sacado la lengua a Merkel”, cosa que, al final, no cambiará nada porque Merkel sigue apostando por el 3 en 2013.

Al final todos los números -5,8; 4,4; 3- nos llevan, con esta política equivocada, a no crear empleo, a recortar servicios sociales, a deteriorar el presente y el futuro de la gente. Al final, esta política salva a la banca, que vuelve a pedir más fondos públicos para asegurar nuevas fusiones, pero no salva ni al empleo ni al Estado Social.

Hay, por tanto, que cambiar la política. También los trabajadores y trabajadoras tienen en eso espacio y opción con su organización, su movilización y su voto.

Marzo y sus días: 8, 11, 25, 29, pueden hacer posible el nacimiento de una estupenda primavera.