El 25-M se ha convertido en una referencia política de
primer orden. En esa fecha, Andalucía y Asturias, celebrarán elecciones y se
podrá comprobar si dos nuevos espacios se unen a la “banda de gaviotas” o, por
el contrario, continúan dando policromía al mapa electoral del país.
Estar en precampaña, ni puede ni debe significar que la “canción
del olvido” se convierta en referencia obligada.
Se hablará, y mucho, en esta campaña de reformas laborales y
del abaratamiento del despido. Convendrá recordar pues, que el PSOE –con su
reforma laboral y sus posteriores retoques
en materia de negociación colectiva- cosechó –el 29-S de 2010- una Huelga
General.
Por ese mismo camino circula la reforma laboral puesta en
marcha por el PP, que pretende convalidar el 8 de marzo el Real Decreto que les
permita iniciar el trámite parlamentario de “su” reforma.
Si nada cambia, para otro día 29 –en este caso de marzo de
2012-, las organizaciones sindicales habrán llamado a seguir una Huelga General
que trata de modificar, en el trámite parlamentario, las propuestas negativas del
PP sobre el mercado de trabajo.
Hoy hay precampaña en Andalucía y se nota. El PSOE promete
un Instituto de Crédito Oficial (ICO) “andaluz”. ¿Olvida Griñán –acompañado de
Rubalcaba- que ellos mismos han reconocido entre las enmiendas de su pasado
congreso, que el “ICO” es insuficiente y que habría que construir una “banca pública”?
Rajoy –acompañado de Arenas-afirma que sus reformas van por
el buen camino. ¿Olvida Rajoy que prometió no tocar los impuestos, ni el
despido, ni la salud o la educación pública (éstas están en las CCAA, es decir:
Madrid-Aguirre, Castilla La
Mancha-Cospedal , Valencia-Fabra,…) y que sin embargo ha sido todo
lo contrario? ¿Es ese el “cambio reformista” andaluz que nos propone “el
inconcreto” Javier Arenas?
Habrá elecciones sí, pero por ahora no hay, en los dos
grandes partidos, ni claridad propositiva y reconocimiento de errores en el
PSOE y tampoco en el PP andaluz hay confianza ya que parece actuar como el lobo
de caperucita “para comerte mejor”. No hay garantías y más aún cuando su
cabecera de cartel sevillana –el alcalde Zoido- va corrigiendo, día tras día, todas
las promesas efectuadas en la campaña de elecciones municipales, lo que
demuestra que simplemente el PP miente cuando habla en campaña al igual que
cuando en campaña guarda silencio.
En Andalucía pronto comenzará la campaña, pero en ella no
debe instalarse ni el olvido o la memoria selectiva, y tampoco el error de
aceptar –como si no fuera posible otra cosa- políticas de recortes y de “liquidación
de derechos” atribuidas a las “herencias recibidas”.
Andalucía merece un gobierno que atienda, desde la igualdad
de oportunidades y la justicia social, a los intereses de la mayoría de sus
ciudadanos y ciudadanas.