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martes, 20 de diciembre de 2011

PRIMER Y PREVISIBLE RECORTE

Ayer lunes el candidato a Presidente de Gobierno Mariano Rajoy dejó su sello “previsible” en una propuesta, no excesivamente detallada, de la hoja de ruta del nuevo gobierno.

Rajoy sigue profundizando en buscar la salida de la crisis sobre la vía de la reducción del déficit y el recorte del gasto público. Esto va a traducirse en el deterioro de los servicios públicos -“la sanidad pública contará sólo con una cartera de servicios básicos”- al tiempo que “mantiene tanto la congelación de la oferta de empleo público –crecimiento en el empleo público cero- como la congelación salarial de los empleados y empleadas públicas” que acumulan ya como referencia una pérdida media del 13% de su poder adquisitivo.

Rajoy no asumió devolver el poder adquisitivo perdido durante este año por los pensionistas y tampoco clarificó, con respecto a la política futura de pensiones, la propuesta de su Gobierno para las bases de cálculo. ¿Se abaratará aún más la cuantía de la pensión ante el cómputo de toda la vida laboral para fijar la misma?

Rajoy trató de planear sobre “lo presumiblemente previsible” en lo que a Reforma Laboral se refiere, centrándose sobre aquellos aspectos en los que sabe que agentes sociales y económicos llevan más avanzados sus conversaciones: absentismo laboral y mutuas, mecanismos y sistemas de resolución extrajudicial de conflictos, …, tratando de meter como “tema estrella” la decisión del futuro gobierno de eliminar los popularmente conocidos como “puentes”.

¿Tiene idea el candidato a Presidente que las jornadas laborales en nuestro país están recogidas en cómputo anual en esos convenios sectoriales que precisamente él quiere destruir y que, por tanto, no hay pérdida general de competitividad por ello? ¿Sabe cómo afectará la eliminación de éstos “puentes” al empleo en lugares que, como en Andalucía, el peso del sector servicios es fundamental para el desarrollo económico?

No sitúa más sobre la Reforma Laboral el candidato a Presidente. No quiere enseñar tan pronto “la patita”. El previsible Rajoy comenzó ayer su dibujo de previsibles recortes, unos por la vía de la continuidad, otros -como el desarrollo legal del compromiso del déficit público- por la vía de la profundización y otros, poco matizados aún, por la vía de nuevas propuestas de recortes (sanidad, educación,)

Iremos viendo cómo poco a poco, se va desplegando una batería de medidas en un compás de espera absolutamente medido con el único objetivo de no alterar a nadie antes de las elecciones autonómicas en Andalucía, tratando así de no dar alas para que la izquierda política y social se aglutine frente a la dureza de la política de ajustes del PP.

En abril llegará el verdadero Rajoy y más previsiblemente aún, trabajará solo para los intereses económicos, políticos y sociales de la derecha más rancia que, aunque nos duela reconocerlo, no son los intereses de esos más de 10 millones de votos que el previsible Rajoy ha capturado por el desencanto ciudadano con Zapatero, por el fracaso de las políticas del PSOE ante la crisis y como resultado de una cultura del bipartidismo que, una vez tras otra, solo nos lleva de lo malo a lo peor y viceversa.