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jueves, 15 de diciembre de 2011

Ni “minijobs”, ni privatización de los servicios públicos.


Juan Rosell, en su conocido papel de provocador, ha lanzado recientemente la “propuesta estrella” de la patronal española para los casi 5 millones de desempleados que, hoy por hoy, inundan las Oficinas de Empleo de nuestro país.

Después de algunas declaraciones que retratan al Presidente de la CEOE, “si los empresarios despiden, sus motivos tendrán” o “hay que facilitar el despido en España”-con casi 5 millones de parados- en su pretensión de desregular y precarizar el mercado laboral e impedir un proceso de negociación que de resultados, posibilitando así que legisle el Gobierno de Rajoy, Rosell plantea que “lo único que se nos ocurre para crear empleo es poner en marcha los minijobs en España”.

Ante esta propuesta, el Secretario General de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha planteado su total rechazo a la por considerar que, en España existe un salario mínimo interprofesional y no puede plantearse modalidades de contratación que estén por debajo de este mínimo fijado y mucho menos si éstas modalidades no llevan asociadas ningún tipo de protección en el marco de las relaciones laborales.

Éstos “minicontratos” servirían, a nuestro entender, para sustituir fórmulas de contratación temporal existentes que si llevan asociadas protección social, se fijan según el SMI y bajo el amparo de los convenios colectivos. Su mera existencia haría peligrar de esta manera la contratación a media jornada y otras fórmulas de contratación con garantías para los trabajadores y por supuesto los únicos beneficiados serían los empresarios que ahorrarían, aún más si cabe, en costes laborales.
Si esto es “lo mejor que se le ocurre” al Presidente de la patronal española para solventar el problema del desempleo en España, aviados vamos.

Por otra parte también Rosell es de los de la idea de meter la tijera entre los empleados públicos, sin explicar, por supuesto, que cualquier recorte –incluida fórmulas de despidos- en los servicios públicos conlleva, de manera ineludible, un deterioro de los propios servicios que se prestan con carácter universal y solidario, con lo cual no sólo plantea la posibilidad de dejar a más personas en situación de desempleo, sino también que los que menos tienen sufran de nuevo recortes en los servicios públicos, con lo que se obligaría a la ciudadanía, de manera indirecta, a recurrir al sector privado. Y nos preguntamos nosotros, con 5 millones de parados, con millones de personas que ya no perciben prestación alguna, con la inestabilidad existente en el mercado laboral y con una pérdida bestial del poder adquisitivo entre las familias españolas, ¿está planteando la patronal agudizar la situación de desequilibrio entre los que mas tienen y los que menos tienen? ¿Seguir pagando la crisis los bolsillos de los trabajadores?

Ante este tipo de propuestas, el sindicato, las organizaciones de la izquierda política y en general el conjunto de trabajadores y trabajadoras, la firmeza y la posición de resistencia en la lucha  han de ser los pilares básicos para que dentro de un mes ni a Rosell ni a Rajoy se les ocurra meter la mano, una vez mas, en el bolsillo de los trabajadores.