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viernes, 4 de julio de 2014

Regenera… qué? (I)




La propuesta de Rajoy a su partido para que “reflexione sobre nuevas medidas de regeneración democrática” sería para partirse de risa si no fuera por la enorme carga de cinismo que  encierra.

Ahora resulta que, aquel que gobierna a golpe de Real Decreto, está “preocupado” por mejorar la vida democrática de la sociedad a la que -sin embargo- ignora de forma permanente en el día a día de su acción de gobierno.

Aquel que no escucha a nadie en el Parlamento, que no negocia ni dialoga con los agentes económicos y sociales, que preside un gobierno que usa a la Fiscalía General y sus estructuras para “rescatar Infantas” y “encarcelar a sindicalistas y activistas sociales que se atreven a responder a sus políticas”, está preocupado por la calidad democrática.

Para nuestra desgracia la calidad democrática de Rajoy no tiene nada que ver con la calidad que quiere la ciudadanía.

No habla de calidad para el empleo -por primera vez en la historia democrática de nuestro país, más del 50% de los trabajadores contratados no son indefinidos sino temporales que trabajan a tiempo parcial- perdida absolutamente tras su reforma laboral que empeoró aún más la del PSOE

No habla de calidad para los servicios básicos del estado del bienestar: educación, sanidad, protección social –desempleo incluido- o pensiones, seguirán sufriendo los recortes.

Y así podríamos seguir.

A Rajoy sólo le preocupa ahora –a menos de un año de las elecciones municipales- salvar el trasero de alcaldesas y alcaldes tan poco presentables como Ana Botella, Rita Barberá o Juan Ignacio Zoido. Rajoy quiere vestir el muñeco “dando realce al voto popular”, cuando lo único que quiere evitar es que “futuros acuerdos de programa de actuación conjunta” echen definitivamente al PP de unas alcaldías que, hoy por hoy, no están al servicio de los ciudadanos y sus necesidades.

La única regeneración posible para la ciudadanía es que Rajoy y el PP pierdan las próximas elecciones y con ello toda la ciudadanía gane, pero esta vez de verdad, para su vida calidad democrática.