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lunes, 6 de mayo de 2013

¿POR QUÉ LO LLAMAN REFORMA SI QUIEREN DECIR ELIMINACIÓN?


Al igual que Woody Allen –que se preguntaba “por qué le llaman amor cuando quieren decir sexo”- nosotros nos formulamos otra pregunta ¿por qué lo llaman reforma de la administración cuando quieren decir eliminación de las políticas públicas?

Rajoy y el PP están construyendo enormes mentiras. Saben que con los recortes presupuestarios lo que están consiguiendo es eliminar políticas públicas, ahora –con su último documento a la Unión Europea– en políticas de dependencia; antes –con la venta del “déficit” de las Comunidades Autónomas– en enseñanza y sanidad. Con ello consiguen reducir el espacio de la protección pública –que iguala a los ciudadanos en derechos y oportunidades- y tratan de construir un estado “raquítico” de práctica beneficencia y baja capacidad para que sea el sector privado –ya lo vemos en Madrid- quien haga negocio con los recursos de las familias para atención de mayores y dependientes o con conciertos y seguros privados en la educación o la sanidad.

Con la reforma de las administraciones y la tesis de ”una administración una competencia” pasa igual, no habrá dinero público para sostener desde lo local muchos servicios y, por tanto, tendrán que ser las Diputaciones o las Comunidades Autónomas –dependiendo ya de sus débiles presupuestos- los que atiendan a la ciudadanía. Con ello volvemos a lo mismo y cuando una administración no tenga suficientes recursos para políticas públicas, sólo podrá recurrir a la privatización del servicio. Con ello vuelven a ganar y a hacer negocio los de siempre.

Aprovechando la estrategia de la eliminación de las políticas públicas, se criminaliza, de nuevo, a los empleados públicos ante el resto de la sociedad, presentándolos como unos privilegiados y esperando que la sociedad “compre la trampa” y acceda a enviar al desempleo a empleados públicos, esperando con ello salvar sus derechos de ciudadanía. Craso error. Ni sobran empleados públicos ni se repiten competencias, al revés, faltan políticas públicas y recursos económicos para ellas; eso sí, mientras hay amnistía fiscal, no se lucha contra la economía sumergida....

Con la pérdida de políticas públicas hacen negocio los amigos de Aguirre, Aznar o Rajoy que, luego, subvencionan con generosas donaciones al PP para conseguir los contratos con los que gestionar los espacios y servicios públicos que se van cediendo por la falta de aportaciones económicas presupuestarias o con los recortes y, así, ellos “hacen caja con los ajustes de cinturón” al que se ve obligada la ciudadanía para mantener lo que antes fueron sus derechos.