Como
si fuese Fernando Tejero –interpretando al “conserje” de la finca de la calle
Desengaño nº 21- el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, nos ha pedido a
todas y a todos “un poquito de paciencia y de perseverancia” asegurando que,
con ello, el año que viene “estaremos mejor que este”.
Los
de Rajoy raya ya en la desvergüenza política y moral.
Cómo
puede pedirse a los dos millones de familias con todos sus miembros en paro “un
poquito de paciencia”.
Cómo
solicitarles a los miles de personas que hoy carecen de cobertura social alguna
“perseverancia”.
Perseverancia
¿en qué? ¿En el hambre? ¿En la desesperación?
Rajoy
nos asegura que “el Gobierno sabe lo que hace y sabe a dónde quiere ir”;
nosotros también lo aseguramos. Rajoy quiere, por medio del abaratamiento de
los costes laborales y sociales, que la crisis que generó el sistema
capitalista, superándose a sí mismo, a través de las “burbujas” –inmobiliarias,
financieras…- la pague la ciudadanía con su empleo, su vivienda, su educación
su sanidad, sus servicios de atención a la dependencia, sus pensiones, sus
derechos de igualdad de género… y así un largo etcétera.
Con
ello, Rajoy, que sabe a dónde y va lo que quiere –no lo olvidemos- quiere
rescatar a los bancos y a los banqueros; quiere que los servicios públicos
pasen a ser prestados por entidades privadas que harán negocio con la salud y
la educación; quiere que los empresarios paguen salarios de miseria al hundir la Negociación Colectiva
con su Reforma Laboral; y, así, hasta la devastación total del Estado del
Bienestar.
Lo
de Fernando Tejero tenía gracia, lo de Rajoy no tiene ninguna.
Por
ello hay que contestarle. El próximo 1º de Mayo es una buena ocasión para ello.
A las 11:30 –en Sevilla- parten Manifestaciones desde Barqueta, Plaza de Armas
y el Prado para confluir a las 13 horas en la Plaza de San Francisco.
Seamos
perseverantes, pero en la contestación y en el rechazo a sus políticas.