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lunes, 6 de febrero de 2012

Reforma con fondos públicos.

No por mucho repetir desde el Gobierno que” la reforma financiera no va a contar con fondos públicos” esto se convierte en realidad.

Los fondos públicos participan en esta reforma , como mínimo ,desde dos puntos de vista. El primero, desde la aportación que el Fondo de Reordenación Bancaria (FROB) hace a las entidades para su uso en los mecanismos que estimen necesarios. Será pues un aumento de seis mil millones de e lo que habrá que inyectar de “capital real”  en el Fondo para atender a las necesidades de las entidades que los soliciten. Estos fondos serán aportados  o bien directamente por el Estado o bien se aportaran con posterioridad tras recurrir a los mercados externos de deuda.  

El segundo punto de vista se produce por la afectación de los fondos públicos, al verse  aminorados los ingresos que , por el impuesto de sociedades, liquidaran las entidades bancarias. Al tener que  provisionarse en treinta y cinco mil millones de e “a costa de beneficios”, las entidades financieras dejaran de  aportar a las arcas de Hacienda entre siete y diez mil millones de e. una vez que se hayan realizado los correspondientes ajustes por liquidación y bonificaciones .

Eso significa que a disposición de las entidades financieras, “lo público”, vuelve a colocar -como mínimo- un montante de más de trece mil millones de e que  bien por la vía de la aportación -directa o sostenida por deuda pública- ,o bien por la de aminoración de ingresos del Estado, son puestos por los que no han generado crisis alguna  al servicio del sistema financiero.   

Como “castigo “ a los malos gestores , la reforma del sistema financiero deja a los directivos que fracasaron en la gestión de sus respectivas entidades, con un criterio de  salario que sólo puede ser calificado de” inmoral” , por su excesiva cuantía ,y que debe ser rechazado  socialmente, más aun ,cuando proviene de un Gobierno que no ha sido capaz   de reponer el poder adquisitivo de los pensionistas y que ,también, ha congelado el salario mínimo que marca el día a día de miles de trabajadores y trabajadoras.