El desempleo no es por falta de modalidades para efectuar una contratación. Igualmente sabemos que el despido no “es caro” aunque los empresarios no contratan. Mienten cuando aseguran que “no contratan hoy por lo caro que es despedir mañana”.
Conocemos que las medidas en política económica son fundamentales para reactivar el empleo. Así, que las empresas dispongan de crédito y financiación significa potenciar el empleo. Que se reactive el consumo y se controlen los precios es luchar contra la inflación logrando mayor nivel de compra y consumo y, por tanto, más producción y empleo.
Esas, entre otras, deben ser las medidas económicas que se tomen para la creación de empleo.
Con estos conocimientos ¿qué plantearnos?
Exigir otra política económica y otras medidas fiscales (Sicav´s, Patrimonio, Sociedades, etc…).
Rechazar imposiciones unilaterales, de gobiernos y/o mercados, en todo lo referente a los derechos y mercado laboral.
Negociar los cambios.
Somos conscientes de que en el interno de las empresas pueden requerirse, en momentos puntuales más o menos frecuentes, una cierta flexibilidad. En esos momentos para conseguir la máxima implicación, los óptimos resultados y el no retroceso de los derechos, debe negociarse con la representación de los trabajadores –sea unitaria o no- las medidas temporales a aplicar y las garantías de las mismas. Sólo así funcionará una flexibilidad “en positivo” que asegure, para la empresa y sus trabajadores, el futuro de todos y todas.
¿Qué negociar?
Ni con congelación salarial para varios años, ni con un contrato único, ni “forzando la flexibilidad hasta donde cada empresario quiera”, ni abaratando, aún más, el despido, se creará empleo.
Nuestro objetivo básico es controlar los cambios y plantear las garantías:
Frente a moderación –que no congelación- salarial exigimos reinversión de beneficios, control de precios y recuperación futura del poder adquisitivo.
Frente a flexibilidad máxima, exigimos el convenio sectorial -como preferente y referencia- fijando con claridad tanto los momentos y causas de su desaplicación como el retorno al mismo.
Nuestra opción es: Explicar nuestras propuestas y exigir la negociación de la flexibilidad interna en las empresas y sectores. Rechazar las imposiciones de reformas y si las “prisas de otros” traen la imposición unilateral de reformas por parte del gobierno, debemos rechazarlas con la mayor contundencia posible.
Como organización que aspira a transformar las cosas, debemos ir creando, entre los trabajadores y trabajadoras, una conciencia que permita asegurarnos una base sólida en la defensa de nuestros derechos como clase trabajadora.