El gobierno de Patxi López incrementa su política de recortes, iniciada el pasado año 2010, sumándose a la política de reducción del gasto público -vía eliminación o reducción de servicios públicos y derechos laborales- que inició el gobierno de Zapatero a dictamen de los mercados y que han continuado los gobiernos autonómicos del PP y recientemente de CIU en Cataluña.
El gobierno vasco anuncia así que va a plantear en la Mesa de la Función Pública una serie de medidas “con objeto de reducir el gasto público para el año 2012” entre las que se encuentran la paralización de las contrataciones en los servicios públicos, la no sustitución de las bajas entre los empleados de la función pública –con la acumulación de tareas y el deterioro de los servicios públicos que esta medida conlleva-, o la eliminación de los complementos hasta el 100% de la percepción del salario en caso de Incapacidad Temporal.
Esta batería de recortes, junto a las medidas propuestas recientemente por Artur Mas (CiU) en Cataluña en materia de reducción de salarios de los empleados públicos, reducción de los servicios y puesta en marcha del “copago” sanitario, allana el camino a un PP que, como ya ha puesto en marcha en las Comunidades Autónomas y los municipios donde gobierna, afila en silencio el “sable” para comenzar los recortes de servicios sociales y prestaciones públicas en España, tal y como anunció Rajoy dos días antes del fin de la campaña electoral –contradiciendo por tanto su versión inicial de no tocar la sanidad, la educación y las pensiones- y como ejecuta ya en Madrid, Valencia, Castilla La Mancha, etc…
Los trabajadores y trabajadoras no podemos permitir que este tipo de políticas -que hace que sean los mas desfavorecidos los que paguen las consecuencias de la crisis económicas mientras se mantienen los grandes beneficios bancarios y los empresarios se ven beneficiados por ventajas fiscales, tal y como anunció Arias Cañete en televisión anoche y tal como ya ha pedido públicamente el presidente de la patronal Rossell- se abran camino, con lo que deberemos tener preparado –al igual que hace la derecha de este país tenga las siglas que tenga- el “sable” de la respuesta mas contundente, de la respuesta mas eficaz y general que los trabajadores podemos emplear para defender nuestros intereses ante esta ofensiva feroz e implacable de los mercados y de sus aliados políticos y sociales.
