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miércoles, 28 de septiembre de 2011

MODERACIÓN SALARIAL CON CONTROL DE BENEFECIOS Y PRECIOS

CCOO demostró, el pasado sábado día 24, que es capaz de aunar los ritmos del “músculo sindical” y de las propuestas.

Su modelo de Pacto por el Empleo incluye actuar sobre: salarios y beneficios empresariales; fiscalidad e impuestos (SICAVs, Sociedades, Patrimonio,…); control de precios para productos básicos (Alimentación, Transporte, Energías, …).

La patronal tardó poco, solo hasta el lunes 26, en demostrar su talante y su papel de “seguidista” cuando no de “orientador” de las políticas y propuestas económicas del PP, al rechazar que pueda actuarse sobre la moderación y el control de los beneficios empresariales o impuestos como el de sociedades, y al exigir romper el acuerdo suscrito con los sindicatos, en materia de Negociación Colectiva y Salarios, para el período 2010-2012. CEOE propone revisar “a la baja”, lo acordado en salarios para el año 2012, fijado en una horquilla de crecimiento entre el 1,5 y el 2,5%.

Al igual que CEOE, el Gobierno demostrará hoy o mañana, su posición con respecto a otra de las propuestas incluidas en el Pacto de Empleo: El control de precios. En manos del Ministerio de Industria está la ocasión de evitar un crecimiento abusivo de las tarifas eléctricas y su repercusión en el recibo que pagamos los ciudadanos ya que la subasta de energía celebrada ayer –que conforma vía Tarifa de Ultimo Recurso (TUR) el 50% del recibo que pagamos- se disparó con un crecimiento del 6% sobre la subasta anterior, conformando una subida global en 2011 del 10%.

La propuesta sindical efectuada el sábado demuestra el interés por buscar una alternativa equilibrada de esfuerzos en la salida de una crisis que, hay que volver a recordar, no crearon los trabajadores y trabajadoras, sino que fue creada tanto por las ansias especuladoras de los mercados y el sistema financiero, como por el escaso compromiso político de regulación y control por parte de los gobiernos.

La propuesta tiene validez si empresarios y gobierno cumplen con su parte. Los primeros respetando lo que firman y aportando reinversión de sus beneficios en la mejora de los instrumentos para la actividad económica y por tanto la mejora del empleo. Los segundos tomando medidas políticas que se centren en evitar la inflación, el descontrol y el encarecimiento de los precios.

Solo así tiene sentido y utilidad la propuesta del sindicato. Si patronal y gobierno –el actual o el futuro- no se comprometen, no dudaremos en tirar de “músculo sindical” para forzar espacios políticos en los que quepa nuestra propuesta.