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lunes, 1 de agosto de 2011

Recortes en la Sanidad en Cataluña: Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…



El gobierno de la derecha nacionalista de Artur Mas ha puesto en marcha graves recortes en la sanidad catalana, que pueden ser el preludio de recortes similares en las demás autonomías, si se siguen aplicando los planes de ajuste que impone Bruselas.

¿De dónde viene el déficit?

La causa del déficit de la Sanidad no está en mal agestión del gasto, sino en la escasa financiación que recibe. El gasto público sanitario per cápita de Cataluña es de 1.410 euros estandarizados y de 1.744 en España, siendo los más bajos de la UE-15 cuyo promedio es de 2.102. Cataluña se gasta solo el 4.5% del PIB en sanidad, frente al 6.7% en España y el 7.5% en la UE-15

Esta baja financiación se debe a las políticas fiscales regresivas llevadas a cabo en el estado español con el apoyo de CiU. España y Cataluña tienen los ingresos al estado más bajos de la UE-15. Solo el 34% del PIB, comparado con el 44% en la UE-15 y el 54% en Suecia.

El déficit total de la sanidad española es de 15.000 millones de euros, lo que representa la mitad de la cifra que los propios inspectores de Hacienda han indicado que podría corregirse revirtiendo las reformas fiscales regresivas que se hicieron en los últimos quince años.

El déficit debería reducirse no mediante los recortes de gasto público sino a través de la reversión de las políticas fiscales regresivas que han ido ocurriendo durante estos años. Y esto aplica tanto al Estado Central como a las Autonomías. Y si quieren hacer medidas de ahorro de gasto, se podría exigir a las Mutuas Patronales que paguen los costes de los enfermos por causas laborales (que representan casi el 18% de pacientes hospitalarios) y que hoy no pagan.

¿Qué recortes propone la Generalitat?

La Generalitat propone una reducción de mil millones de euros en el presupuesto de la sanidad, lo que supondría un recorte de un 10 con respecto a los recursos con los que contó el pasado ejercicio.

Para aplicarlo, la Consejería de Salud ha informado a cada uno de los centros sanitarios de cuánto dinero les asigna en el presupuesto para que sean ellos mismos los que decidan cómo aplicar los recortes. A continuación se exponen algunas de las propuestas que han hecho los centros:

• Hospital Sant Pau: Cerrar una planta (35 camas); suprimir las visitas de control a los pacientes intervenidos; cerrar quirófanos durante las tardes, y eliminar servicios como los cursos preparto.

• Hospital Vall d'Hebron: Cerrar quirófanos por la tarde; dejar de utilizar entre 200 y 400 camas; no cubrir bajas y prescindir de trabajadores eventuales o interinos; y aplazar obras de reforma.

• Hospital Bellvitge: cerrar entre el 20 de junio y el 30 de septiembre nueve de sus 16 plantas asistenciales. Además, cerrará todos sus quirófanos por la tarde, perdiendo un 40% de toda su capacidad quirúrgica; no renovar a los empleados eventuales que acaben contrato a partir del 1 de abril.

• El hospital Clínic recortará 24 millones de euros del presupuesto y podría despedir a 450 personas. también cerrarán a partir de mayo, y de forma definitiva, cien camas del hospital, el servicio de urgencias de la calle Valencia, que atiende al año 16.000 visitas, y los quirófanos por la tarde, lo que suponen unas 1.800 intervenciones menos.

Sólo en los ocho hospitales de referencia que gestiona el Gobierno catalán a través del Instituto Catalán de la Salud (ICS), se inició desde junio un cierre progresivo de camas, que alcanzará este agosto cerca del 25% del total, algo más de 1.000 sobre 4.025 plazas. Una clausura que se extenderá al menos hasta octubre. “Como ya ocurrió en Semana Santa, muchas camas ya no reabrirán”, advierte la responsable de la Federación de Sanidad de CC.OO., Carmen Navarro. El verano pasado sólo se cerró un 5% de camas en los ocho hospitales públicos: unas 200 camas. El parón también incluye el cierre de entre el 30% y el 50% de quirófanos y la suspensión de otros servicios, como las guardias nocturnas de varias especialidades.

Además, la Generalitat ha decidido cerrar este verano al menos 40 centros de atención primaria, uno de cada diez del total, lo que dejará sin visitas médicas y urgencias a decenas de municipios catalanes. Decenas de miles de afectados; que en algunos casos deberán recorrer hasta 25 kilómetros para recibir atención sanitaria. “La mayoría serán cierres de centros que ya no abrirán: la Generalitat ha dado orden de cerrar el 50% de centros de atención continuada”, advierte Carme Navarro.

Despidos de trabajadores

Los recortes van a suponer importantes reducciones de plantilla. Los ocho hospitales del Institut Català de la Salut, con sus 20.000 trabajadores, sufrirán buena parte del recorte, pero también están avisados del recorte los centros concertados y la industria farmacéutica. El drástico recorte pone en duda hasta a 5.000 empleados sanitarios. La propuesta amenaza el modelo de sanidad pública, alertaron los sindicatos.

CC.OO. ya ha contado 13 centros hospitalarios que han amenazado con presentar un ERE si no se aprueban cambios en las condiciones laborales de los trabajadores.


La amenaza del copago

Se ha abierto el debate sobre el copago. Ahora, la Generalitat dice que sólo plantea su aplicación si el Gobierno central aprueba una nueva prestación sanitaria y no transfiere los correspondientes recursos a las comunidades autónomas.

Recordemos, no obstante, que en Italia, el copago se ha introducido de la noche a la mañana y con el acuerdo del gobierno y la “oposición”. Ha bastado que los “mercados” hicieran un ataque para introdujera el copago sanitario en Italia, donde los pacientes que acudan a visitas de médicos especialistas tendrán que pagar 10 euros cada vez y 25 cuando por urgencias y no requieran de ingreso hospitalario.

En España hay que tener en cuenta las continuas rebajas del presupuesto del Estado: Así el techo de gasto de 2012 se encuentra en 117.353 millones de euros, un 3,8% menos que en 2011, cuando fue de 122.256 millones de 2011. Si comparamos con 2010, cuando el techo de gasto fue de 182.439 millones de euros, vemos cómo en 2 años se rebaja el presupuesto del Estado en 65.086 millones (es decir, en un 36%). No hay servicios públicos que resistan este recorte.