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martes, 26 de julio de 2011

“PROFESORES SUSPENDIDOS“



El alto índice de paro juvenil es la mejor proyección del fracaso de nuestro modelo social.

Cuando el mercado inmobiliario engullía a miles de jóvenes que abandonaban el sistema reglado de educación/formación, atraídos por unos ingresos superiores a los 1.500 euros al mes obtenidos sin necesidad de adquirir o desarrollar una especial cualificación, nadie en el Gobierno –ni del PP ni del PSOE- alertaba de los peligros futuros.
Cuando miles de jóvenes con titulación universitaria de determinadas carreras y/o especialidades engrosaban, promoción a promoción, las listas del desempleo mientras que por el contrario desde determinados sectores empresariales o profesionales se reclamaban con urgencia personal especializado proveniente de titulaciones del sistema reglado de Formación Profesional, nadie en el Gobierno –ni del PSOE ni del PP, tampoco de las Confederaciones Empresariales- hizo nada para prevenir el incierto futuro.

Desde hace mucho tiempo los sindicatos venimos exigiendo en relación con la formación y el empleo de los jóvenes, dos elementos claves como base: un Pacto por la Educación y la necesaria interrelación y coordinación entre todos los sistemas formativos reglados. Hoy, con el 45/50 % de desempleo juvenil y con una Mesa de Concertación abierta entre agentes Sociales, Económicos y el Gobierno debatiendo sobre el empleo, desde nuestro punto de vista, es el momento clave para dar salida a algunos temas.
Para ello no vale centrarse, como hasta ahora ha hecho el Gobierno, solo en la propuesta de Reforma (por cierto con nuevos recortes y reajustes) del contrato a tiempo parcial, sino que también es necesario hablar de contratación y formación, interrelación de los sistemas reglados, mejora de los contratos existentes ligados a la adquisición de experiencia y prácticas, mayor cobertura social para el aprendizaje, …etc

Se trata de hacer del empleo, en condiciones justas y dignas para los y las jóvenes, la prioridad real –y no sólo formal- del Gobierno, contando con la participación de empresarios y sindicatos y que ello sirva para apartar el empleo juvenil de las “veleidades partidarias” que ya –en plena precampaña electoral- Esperanza Aguirre, Rajoy, Rubalcaba o Griñán, están desarrollando.
Nos volvemos a jugar, de nuevo, el futuro y con él el modelo social. No queremos depender, por tanto, de “profesores suspendidos”.