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viernes, 24 de junio de 2011

El Gobierno incumple, haya o no acuerdos



La falta de acuerdo entre empresarios y sindicatos sobre la reforma de la Negociación Colectiva sirvió de justificación al Gobierno para –rompiendo el diálogo social bipartito- decretar medidas unilaterales sobre la negociación colectiva.

El Gobierno, además, ha tratado de confundir –cuando no de engañar- a la sociedad, argumentando que el decreto de reformas es “un decreto equilibrado”.

La votación realizada ayer en el Congreso sobre la convalidación del decreto de reforma, vino a demostrar varios aspectos dignos de destacar: la soledad del Gobierno, que sólo pudo aprobar “su decreto” con los votos del Grupo Socialista y gracias a la abstención de las derechas nacionalistas –CiU y PNV- que ya han comenzado a introducir “sus cambios”.  Si el decreto era, según el Gobierno, equilibrado la aparición de CiU y PNV, como públicamente ambos portavoces se han encargado de explicitar, han roto el teórico equilibrio, volcando aún mucho más –y eso que aún no ha empezado el trámite parlamentario del proyecto de ley- hacia las posiciones patronales (absentismo, salarios y productividad, …) los contenidos del decreto.

Podría argumentarse que esto ocurre ante la falta de acuerdo de patronal y sindicatos. Nada más lejos de la verdad. El pasado 2 de febrero, empresarios, sindicatos y gobierno suscribían el Acuerdo Social y Económico (ASE) que, entre otros, recogía aspectos tan importantes como pensiones, innovación, energía,…

Sin embargo, el Congreso de los Diputados está introduciendo enmiendas en el texto firmado y acordado del ASE, con lo que está desvirtuando el interés general, expresado por Gobierno, empresarios y sindicatos en la negociación tripartita, sustituyéndolo por un interés partidario que, aún gozando de legalidad, carece de la “legitimidad” que la firma de un acuerdo entre el gobierno y los principales agentes sociales y económicos del país tiene en cualquier lugar del mundo.

La debilidad del Gobierno de Zapatero está demostrando que ni con acuerdo ni sin acuerdos es capaz ya de cumplir lo que firma.