La
ministra Báñez, Montoro y el Gobierno del PP están intentando convencer a la
sociedad de las “bonanzas” de su reforma de pensiones. Todos ellos insisten,
una y otra vez, en que no habrá pérdida del poder adquisitivo de las pensiones.
Pero
basta una simple mirada al cuadro que acompañamos para comprobar como han
evolucionado las pensiones en los últimos años y comprobar, sin ninguna duda,
que si hubieran cumplido la ley –revalorizádolas con referencia en el IPC- se
hubiera garantizado el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones.
La propuesta del PP, digan lo que digan, no es ni más ni menos que un nuevo recorte sobre pensiones. Los
pensionistas a partir del próximo año 2014 quedaremos condenados -ahora no por
incumplir la ley- a que nuestras pensiones no tengan capacidad de estar al
nivel del crecimiento real de los precios de los bienes y servicios.
A
esta pérdida de su poder de compra, las personas pensionistas tendremos que
unir los recortes ya practicados anteriormente (copagos/repagos sanitarios, recetazo, disminución de las cantidades
asignadas a la dependencia…)
Báñez,
Montoro y el PP mienten, y lo saben, cuando afirman que los pensionistas
debemos aceptar recortes para garantizar una pensión a los futuros jubilados.
La ministra sabe que nuestro sistema de pensiones público, es un sistema basado
en las cotizaciones de los trabajadores bajo el criterio de generar solidaridad
entre generaciones y un reparto entre las mismas.
Por
tanto lo que asegura a los futuros
pensionistas una pensión digna, no son los recortes a los pensionistas de
hoy o las restricciones a las condiciones de generar una futura pensión mañana,
es que el gobierno incentive las
políticas de empleo y poder crear empleo que incorpore al mercado de trabajo a
miles de jóvenes y mujeres que, con sus cotizaciones, aseguren las pensiones de
aquellas personas que hoy aseguran las de los actuales pensionistas.