Si nunca es buena la noticia de que la “cultura de la guerra y sus derivaciones” ganan espacios, peor es aquella que supone el reconocimiento del fracaso del diálogo y la política como herramienta al servicio de la solución de los conflictos.
Hoy existen pocas razones, por no decir ninguna, que justifiquen la existencia de la OTAN. Hoy existen, por tanto, nulas razones que justifiquen el apoyo de España y su participación en el escudo antimisiles, propiciado por EEUU bajo el paraguas de la OTAN, que pone aún más a Rota –y por tanto a Andalucía- en el punto de mira de las expectativas encardinadas, de una u otra forma, con la violencia.
No hay razones económicas que justifiquen nuestra participación en el escudo. No hay razones de empleo o desarrollo de actividades económicas “en la Bahía de Cádiz” que justifiquen nuestra participación en el proyecto. Ninguna de nuestras industrias saldrá beneficiada del convenio suscrito.
Zapatero ha lanzado un último misil –sin escudo- a la campaña electoral de Rubalcaba y del PSOE.
Comenzar retirando tropas y terminar participando en el sueño de Bush es algo que los españoles no nos merecíamos.
Hoy Alberti estaría más triste que nunca. Hoy, para la Paz, hay otro obstáculo más en el camino.
Hoy existen pocas razones, por no decir ninguna, que justifiquen la existencia de la OTAN. Hoy existen, por tanto, nulas razones que justifiquen el apoyo de España y su participación en el escudo antimisiles, propiciado por EEUU bajo el paraguas de la OTAN, que pone aún más a Rota –y por tanto a Andalucía- en el punto de mira de las expectativas encardinadas, de una u otra forma, con la violencia.
No hay razones económicas que justifiquen nuestra participación en el escudo. No hay razones de empleo o desarrollo de actividades económicas “en la Bahía de Cádiz” que justifiquen nuestra participación en el proyecto. Ninguna de nuestras industrias saldrá beneficiada del convenio suscrito.
Zapatero ha lanzado un último misil –sin escudo- a la campaña electoral de Rubalcaba y del PSOE.
Comenzar retirando tropas y terminar participando en el sueño de Bush es algo que los españoles no nos merecíamos.
Hoy Alberti estaría más triste que nunca. Hoy, para la Paz, hay otro obstáculo más en el camino.