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jueves, 20 de octubre de 2011

LA CARTA A LOS REYES MAGOS DE ROSELL


Las peticiones de la CEOE a los partidos políticos que concurren en las elecciones generales del próximo 20-N, son un canto a la “desregulación laboral” y un intento de hacer volver a los trabajadores –en lo que a derechos se refiere- “a los comienzos del siglo XX”.

No es solo que sus peticiones sean irresponsables como han remarcado los secretarios generales de los sindicatos, sino es que, además, son sencillamente “inmorales”. Piden para ellos bonificaciones y excepciones de impuestos, piden rebajas de cotizaciones y que los recursos públicos paguen parte de los despidos –por cierto después de volver a abaratarlos- y todo, absolutamente todo, con un único objetivo, gastar menos pero no para reinvertir, sino para ampliar beneficios.

Piden que se congelen y reduzcan los salarios, piden incumplir los convenios y sin embargo olvidan la moderación de beneficios y la reinversión de los mismos en nuevos empleos, en nuevas tecnologías, en mas I+D+i, de cumplir con lo acordado en convenio, … En definitiva unos planteamientos absolutamente inmorales.

Esta carta a los reyes magos de CEOE ha propiciado que el PP salga rápidamente jurando que “no abaratarán los despidos”. La memoria, que para algunos es frágil, para los trabajadores es una herramienta fundamental. Muchos aún recordamos el Decretazo del PP, en su último gobierno, cuando no solo despidos sino también los salarios de tramitación, las prestaciones por desempleo, el subsidio agrario, el empleo joven, …fueron objeto de agresiones y recortes que fueron contestadas con una Huelga General el 20 de junio de 2002.

Rosell trata que alguien –Rajoy- compre las teorías empresariales y, aunque el PP ya ha comprado varias –contrato único, temporalidad- se viste ahora de “centrista” para rechazar las peticiones de Rosell sobre el despido.

Los trabajadores y trabajadoras tenemos claro que no podemos consentir, ni las “chulerías” de la CEOE ni el “falso centrismo” del PP. Los primeros mientras mantengan esa actitud con sus propuestas solo nos pueden producir el mayor de los desprecios y los segundos, con esos juramentos tan precipitados, solo nos deben sugerir prevención y claridad para no caer en sus redes el próximo 20 de noviembre.