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martes, 21 de junio de 2011

LA APUESTA DE LOS SINDICATOS: EL DIÁLOGO; LA DE LA PATRONAL NO. ¿QUÉ HACER?


Los sindicatos trabajan fundamentalmente, podrá compartirse o no, en la estrategia de hacer del Diálogo Social entre las partes (empresarios-gobierno –sindicatos) una pieza básica en la construcción del camino de salida de la crisis.

Las organizaciones empresariales han dejado de creer en ese modelo de construcción simplemente porque son conscientes de que, ahora mismo y veremos en el futuro, en Europa y por tanto en España, con los actuales escenarios económico, político y social, les es más beneficioso y rentable para sus intereses, no acordar nada y que sean otros –el Gobierno con sus decretos o el Parlamento con las derechas nacionalistas sacando tajada de los decretos del gobierno- quienes impongan las medidas y los recortes.

Lo hizo –en el marco de la Reforma Laboral- Díaz Ferrán cuando era presidente de CEOE. Lo ha hecho recientemente –en el marco de la Negociación Colectiva- Joan Rosell, que está dispuesto a repetir de nuevo la jugada en la Mesa de Diálogo Social abierta con el objetivo del empleo: “CEOE vuelve a la carga con su idea del contrato único”.

Por tanto la jugada es la misma: la patronal saca su programa de máximos, los sindicatos no pueden ni acordar ni aceptar unas medidas que, amén de inútiles, sólo benefician a los empresarios y precarizan aún más el empleo y el gobierno, queriendo investirse de una responsabilidad social que perdió en mayo de 2010, actúa regulando y proyectando medidas a favor de los empresarios.

Con la misma jugada, repetida tres veces, la patronal está obteniendo permanentes réditos aunque con ellos se lleve por delante el diálogo social.

En estas condiciones, los sindicatos debemos resolver el enigma. Debemos continuar presentando a la sociedad, en los centros de trabajo y fuera de ellos, alternativas e iniciativas: Pacto por el Empleo, ILP, …, pero debemos hacerlo siendo conscientes de que nuestro principal esfuerzo hoy debe dirigirse a cambiar la actual correlación de fuerzas.

Sabemos que probablemente sea más aceptado socialmente acordar dando salida a las cosas pero, cuando eso no es posible, “nuestra responsabilidad”, no puede llevarnos ni al desconcierto, ni a la parálisis, ni a la victoria de las tesis de la contraparte empresarial por la vía de las imposiciones del gobierno o del parlamento.

Por tanto el enigma está resuelto por sí solo. Si el diálogo social hoy, ahora y en estas condiciones no sirve como instrumento porque, ahondando aún más, la patronal lo desprecia como instrumento, solo nos queda la movilización y el empuje de la sociedad para evitar que al final la crisis sólo la paguemos los trabajadores y las capas más débiles de la sociedad.

Se resolvió el enigma, ahora sólo queda resolver las incertidumbres, dudas y miedos, para enfrentar un nuevo reto en esta época difícil.